Esta acotada síntesis da cuenta del espacio axiológico que le hemos asignado al séptimo arte en nuestro ámbito desde los primeros momentos. Promoviendo un camino que persiga la propuesta de nuevos desafíos y el alcance de ambiciosas metas, es que surge la iniciativa de llevar adelante un Festival de Cine que, desde Chacabuco, irradie un lugar de resistencia y de vanguardia. “Ningún arte traspasa nuestra conciencia de la misma forma que lo hace el cine, tocando directamente nuestras emociones, profundizando en los oscuros habitáculos de nuestras almas”. Inspirándonos en este pensamiento paradigmático del maestro Ingmar Bergman, reivindicamos el poder del cine como lenguaje de reflexión y espacio de diálogo intercultural. En esta búsqueda nos orientamos para sumergirnos en la temática de la antropodinámica contemporánea, expresada en nuestra mirada sobre los movimientos migratorios y su impacto en la corporalidad de los actores sociales involucrados. Constituyendo Chacabuco una encrucijada donde interactúan colectividades de diferente ascendencia: española, vasca, francesa, italiana, sirio-libanesa boliviana y paraguaya, entre otras, se conjugan distintas problemáticas que estimulan a ser puestas en foco por el cine de ficción y el de género documental. Procesos migratorios que desnudan ante la cámara la gestación de nuevos procesos identitarios, promoviendo una labor de políticas ad hoc. Desde un abordaje cualitativo el cineasta aportará su interpretación y el espectador se sentirá involucrado y conmovido en estas relevantes cuestiones.